En DirectDerm, creemos que la calidad de un servicio de dermatología se basa en la capacitación, la experiencia y las habilidades del dermatólogo, ya sea en persona o en un entorno virtual.

Ya sea que se considere la atención o los servicios de dermatología virtual en una clínica física, recomendamos a los pacientes y proveedores que investiguen sus opciones para que puedan tomar una decisión informada.

Aquí hay 10 preguntas que sugerimos como punto de partida.

1. ¿Mi cuidado será brindado por un dermatólogo certificado por la junta? ¿Dónde recibieron su entrenamiento los dermatólogos? ¿Tienen licencia para practicar en mi estado?
2. Si doy mi permiso, ¿el dermatólogo trabajará con mi médico de atención primaria u otros proveedores de atención médica y compartirá mi información médica con él o ella? ¿Cumple con los estándares de HIPAA para compartir y confidencialidad?
3. Además de fotos de mi problema de piel, ¿también necesita mi historial médico y una descripción de mi condición y mis síntomas?
4. Después de la evaluación inicial, ¿tendré acceso al dermatólogo para poder hacer preguntas de seguimiento?
5. ¿Qué sucede si tengo algo grave, como cáncer de piel? ¿O qué pasa si necesito cirugía u otro seguimiento intensivo en persona? ¿Me puede recomendar a un experto calificado en mi área?
6. ¿Qué tan pronto recibiré un diagnóstico y un plan de tratamiento después de haber enviado mi información?
7. ¿Sus servicios están cubiertos por mi seguro?
8. ¿Qué sucede si mi problema de piel debe ser evaluado por un experto en subespecialidades, como alguien que se especialice en cáncer de piel o problemas de piel pediátricos?
9. ¿Qué pasa si necesito una receta? ¿Cómo puedo estar seguro de que no interactuará con algo que ya estoy tomando?
10. ¿Dónde puedo encontrar una visión general independiente y objetiva de sus médicos? Por ejemplo, ¿sus médicos tienen perfiles en HealthGrades?

En DirectDerm, creemos que la calidad de un servicio de dermatología se basa en la capacitación, la experiencia y las habilidades del dermatólogo, ya sea en persona o en un entorno virtual.

Los protectores solares son un componente clave de su régimen de protección solar diaria para disminuir el riesgo de cáncer de piel y reducir los efectos del envejecimiento de la piel.

Cómo seleccionar un protector solar:

Seleccione un protector solar resistente al agua y de amplio espectro con un factor de protección solar de 30 o más.

SPF significa Factor de protección solar. Cuanto mayor sea el SPF, mayor será la protección contra los rayos ultravioleta B (UVB), que previene las quemaduras solares. Pero SPF no le informa sobre el nivel de protección contra rayos ultravioleta A (UVA).

Un protector solar de amplio espectro protege contra los rayos ultravioleta A (UVA) y ultravioleta B (UVB) de toda la piel expuesta. Tanto UVA como UVB aumentan su riesgo de cáncer de piel y causan envejecimiento de la piel. Los mejores filtros solares de amplio espectro tienen los siguientes 2 ingredientes activos: avobenzone y octocrylene (búsquelos en la lista de ingredientes activos en la parte posterior de la botella).

Cómo usar un protector solar:

Aplique generosamente protector solar a la piel expuesta CADA DÍA, 30 minutos ANTES de salir al aire libre. Vuelva a aplicar el protector solar cada 2 horas, incluso en días nublados o después de nadar o sudar mucho.

Debe usar una onza, suficiente para llenar un vaso de chupito, cada vez, para cubrir la piel expuesta típica, incluidos la cara, el cuello, el pecho y los brazos.